Todo proceso de cambio se inicia con la visión los sueños, para luego a través del desafío a los problemas, iniciar la transformación. Para que esto ocurra es necesario “soñar”. Se podría decir que si no soñamos no cambiamos.
Normalmente los cambios serán mayores cuanto más grandes sean los sueños y cuántas más personas me acompañen. Sin embargo el cambio se produciría, incluso, aunque solo afecte a una persona, porque la llave del cambio está en cada uno.
Pero… ¿por qué no soñamos?. Quizá debemos de partir de una revisión de dónde estamos y a donde queremos ir. Para a continuación interrogarnos acerca de las herramientas adecuadas para poder hacer ese cambio. Para terminar la cuestión es importante determinar si tengo los acompañantes adecuados para ese sueño. Una vez que estas cuestiones estén resueltas seguramente empezaremos a soñar más a menudo.
¿Los centros necesitan cambiar?
Solo que uno de nuestros alumnos no se emocione, no se encuentra agusto, es indicativo de que nuestras escuelas son escuelas “tiovivo”, donde cada año se hace lo que toca y la enseñanza “gira entorno a actividades de navidad, semana santa, junio y septiembre” pero el "centro" no se mueve, no cambia.
Existen preguntas que nos ayudan a cuestionarnos nuestro propio cambio, como son: ¿qué soy?, ¿Cómo lo hago? y ¿Para qué lo hago?. Para responder al "para qué lo hago" necesitaríamos establecer qué perfil de alumno desearíamos, y este podría ser alguien que destacara en:
Habría también que definir bien lo que prometemos a los alumnos, reflexionar acerca de lo que hacemos en las aulas para cumplir lo que prometemos y al final pararse a ver si los alumnos que salen de nuestros centros cumplen estas expectativas. Este procedimiento sigue la inspiración que el coaching denomina: visión-acción-resultado.
¿Los profesores también llevan mochilas a clase?
Es cierto que los profesores dan clase con lo que traen en su mochila, es decir enseñan con las técnicas que traen en sus mochilas, y podría ser que un profesor venga directamente de la Facultad al aula de primaria e intente reproducir la forma de dar las clases tal y como las que recibió.
Sin embargo otros profesores tienen una supermochila llena de técnicas; trabajo cooperativo, aprendizaje basado en problemas, inteligencias múltiples, rutinas de pensamiento.... y están quemados de tantas técnicas y cambios.
Por lo tanto LOS CAMBIOS TIENEN QUE SER SOSTENIBLES EN EL TIEMPO, sin prisa pero sin pausa. Porque un profesor quemado no dura, y nos tienen que durar 40 años de vida laboral. Y un profesor quemado no suma, y tenemos que sumar todos, cada uno con la mochila que tenga.
Pero al fin de cuentas no se cambia si no se siente la necesidad de hacerlo.
Normalmente los cambios serán mayores cuanto más grandes sean los sueños y cuántas más personas me acompañen. Sin embargo el cambio se produciría, incluso, aunque solo afecte a una persona, porque la llave del cambio está en cada uno.
Pero… ¿por qué no soñamos?. Quizá debemos de partir de una revisión de dónde estamos y a donde queremos ir. Para a continuación interrogarnos acerca de las herramientas adecuadas para poder hacer ese cambio. Para terminar la cuestión es importante determinar si tengo los acompañantes adecuados para ese sueño. Una vez que estas cuestiones estén resueltas seguramente empezaremos a soñar más a menudo.
¿Los centros necesitan cambiar?
Solo que uno de nuestros alumnos no se emocione, no se encuentra agusto, es indicativo de que nuestras escuelas son escuelas “tiovivo”, donde cada año se hace lo que toca y la enseñanza “gira entorno a actividades de navidad, semana santa, junio y septiembre” pero el "centro" no se mueve, no cambia.
Existen preguntas que nos ayudan a cuestionarnos nuestro propio cambio, como son: ¿qué soy?, ¿Cómo lo hago? y ¿Para qué lo hago?. Para responder al "para qué lo hago" necesitaríamos establecer qué perfil de alumno desearíamos, y este podría ser alguien que destacara en:
- Alta autonomía
- Excelente lector y gran comprensión lectora.
- Persona con razonamiento lógico
- Creativo
- …
Habría también que definir bien lo que prometemos a los alumnos, reflexionar acerca de lo que hacemos en las aulas para cumplir lo que prometemos y al final pararse a ver si los alumnos que salen de nuestros centros cumplen estas expectativas. Este procedimiento sigue la inspiración que el coaching denomina: visión-acción-resultado.
¿Los profesores también llevan mochilas a clase?
Es cierto que los profesores dan clase con lo que traen en su mochila, es decir enseñan con las técnicas que traen en sus mochilas, y podría ser que un profesor venga directamente de la Facultad al aula de primaria e intente reproducir la forma de dar las clases tal y como las que recibió.
Sin embargo otros profesores tienen una supermochila llena de técnicas; trabajo cooperativo, aprendizaje basado en problemas, inteligencias múltiples, rutinas de pensamiento.... y están quemados de tantas técnicas y cambios.
Por lo tanto LOS CAMBIOS TIENEN QUE SER SOSTENIBLES EN EL TIEMPO, sin prisa pero sin pausa. Porque un profesor quemado no dura, y nos tienen que durar 40 años de vida laboral. Y un profesor quemado no suma, y tenemos que sumar todos, cada uno con la mochila que tenga.
Pero al fin de cuentas no se cambia si no se siente la necesidad de hacerlo.